
Esta tarta la preparé para el cumpleaños de mi hermana Lourdes, ella es mi super catadora y quería hacerle algo distinto y creo que lo logré. Gustó mucho a grandes y a pequeños. Al principio pensaron que era salada por el color, pero al probarla quedaron encantados.
Según he ido leyendo, esta tarta es común en Turquía (es uno de mis lugares por visitar), y su nombre significa pastel de espinacas. Su sabor está intensificado con el limón y hace que nos parezca espectacular.
Yo recomiendo hacer la tarta en dos moldes de 15′ y así será mucho más fácil, pero también lo podemos hacer en un molde alto de la misma medida y lo único que hay que hacer es cortarlo a la mitad cuando lo vayamos a rellenar. Los recortes nunca se deben tirar, en este caso los voy a usar desmigados para la decoración.
Las cremas de queso también las puedes cambiar a tu gusto, poniendo nata o el típico frosting de queso, ya esto va a gusto de los que se la van a comer.
INGREDIENTES:
Para el bizcocho:
- 350g de espinacas frescas
- 3 huevos L
- 190g de azúcar
- 240g de aceite de girasol
- 280g de harina
- Una pizca de sal
- 12g de polvo de hornear
- el zumo de un limón
- Ralladura de un limón
Para el relleno:
- 250g de crema de queso
- 100g de mascarpone
- 3 cucharadas de azúcar glas
Para decorar:
- Fresas, frambuesas y arándanos.
ELABORACIÓN:
- Yo utilizo la bolsa de espinacas listas para usar del supermercado y les retiro un poco el tallo de las que lo tengan muy largo.
- La introducimos en un cuenco y trituramos hasta obtener una textura muy cremosa.
- Añadimos el zumo de limón, mezclamos y reservamos.
- Precalentamos el horno a 170º.
- Preparamos los dos moldes de 15’, o uno solo de la misma medida, engrasamos y ponemos papel en el fondo.
- Tamizamos la harina, el polvo de hornear y la sal y reservamos.
- En un bol, yo uso la KA, añadimos los huevos con el azúcar y batimos con las varillas hasta que quede una mezcla muy cremosa. Debe quedar una textura esponjosa y que haya aumentado su volumen.
- Incorporamos el aceite poco a poco sin parar de batir y a velocidad baja.
- Añadimos las espinacas que teníamos reservadas junto con la ralladura de limón.
- Incorporamos la harina, con el polvo de hornear y la sal, poco a poco y manualmente con una espátula.
- Vertemos la mezcla en los moldes y después de 30′ hay que vigilar hasta que veamos que están hechos. Ya saben que los hornos son todos distintos.
- Sacamos y dejamos templar un poco.
- Desmoldamos y los colocamos encima de una rejilla.
- Ese mismo día no lo rellenamos, lo envolvemos con film y lo ponemos en la nevera.
Relleno:
- En un bol añadimos la crema de queso junto con el mascarpone y el azúcar y con las varillas batimos hasta integrar. Pasamos la mezcla a una manga para decorar.
- Si vemos que los bizcochos no están parejos, los cortamos con una lira o un cuchillo para tenerlos rectos.
- Rellenamos el bizcocho con la crema y con la fruta troceada y si queremos lo cubrimos por fuera, depende de que te guste ver el color verde o sea una sorpresa al corte. Decoramos por encima con más crema, con las fresas, las frambuesas y los arándanos. Yo desmigué un poco el corte que le hice a los bizcochos para dejarlos rectos a modo de más musgo.
Ya no puedo decir nada más, solo que su sabor está increíble y su textura jugosa, húmeda y tierna, se puede apreciar en el corte.
Esto es todo por hoy. Ya saben, sean felices.